Lo que debes saber sobre incapacidades laborales de las empleadas domésticas

Al igual que toda actividad laboral, los empleados domésticos no están exentos de sufrir enfermedades comunes y/o accidentes dentro o fuera de su lugar de trabajo. Ante estas situaciones, la ley establece que los trabajadores deben recibir un auxilio por incapacidad, pero ¿quién y cómo debe responder ante esta situación médica?

Primero debes saber ¿Qué es una incapacidad?

La incapacidad médica es cuando un trabajador sufre una afectación de salud, la cual requiere tratamiento médico o reposo físico para poder tener una recuperación exitosa. Es importante mencionar que la única persona autorizada para brindar incapacidad, es un médico. El profesional de la salud debe entregar por escrito el documento, para que el trabajador presente esto a su empleador y así hacer válida la incapacidad.

Teniendo claro esto ¿Qué tipos de incapacidades hay?

Existen varías, pero para no enredarte tanto, vamos a hablarte de las principales y las que consideramos son relevantes para las trabajadoras domésticas:

Incapacidad laboral

Este tipo de incapacidad que afronta la trabajadora doméstica se debe a una enfermedad o accidente dentro de su lugar de trabajo o realizando alguna actividad relacionada. 

Incapacidad por enfermedad común

Es aquella que no se origina dentro del trabajo, o sea que no tiene relación directa con las actividades laborales. Por ejemplo, una gripe, una apendicitis, una caída mientras la trabajadora doméstica estaba en casa o haciendo alguna actividad no laboral. 

Incapacidad permanente

Se produce cuando la trabajadora doméstica no muestra mejora y después de haber estado bajo tratamiento médico, se determina que la situación de incapacidad será permanente o sin un tiempo exacto de recuperación. Después de un tiempo máximo, será un médico quién determine si la incapacidad será permanente. 

Este tipo de incapacidad se divide en diferentes grados (parcial, total, absoluta o gran invalidez), esto ayudará a especificar si la trabajadora doméstica está en condiciones para ejecutar diferentes actividades dentro de su cotidianidad laboral o si definitivamente se debe reconocer la prestación económica por incapacidad laboral absoluta, la cual consiste en brindar una pensión mensual del 100% sobre la base de cotización.

Teniendo claro esto, ahora hablemos sobre cómo se deben cubrir las incapacidades de las trabajadoras domésticas. 

Cuando la trabajadora doméstica sufre una afectación a su salud, además del tratamiento médico, requiere de reposo físico para su completa recuperación y por ello es que el médico prescribe la incapacidad médica.

Lo primero que debes tener en cuenta es la afiliación al Sistema de Seguridad Social, esto es lo más importante en estos casos, ya que dentro de este concepto estará incluida la EPS (si la trabajadora doméstica es cotizante o beneficiaria) y la ARL (para casos de accidentes laborales). Recuerda, el único responsable de los pagos a seguridad social eres tú como empleador. 

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Cuando se origina en una enfermedad de origen común, lo que quiere decir que no ocurre en ocasión al trabajo desarrollado, sino que responde a situaciones como por ejemplo: una intoxicación en una comida o una gripe. El pago de este tipo de incapacidad temporal será asumido durante los dos primeros días por el empleador y a partir del tercer día por la Entidad Promotora de Salud (EPS). Quiere decir que presentado la prescripción médica que dan a la trabajadora doméstica, podrás reclamar el dinero correspondiente a los días de incapacidad a cargo de la EPS. 

Ahora bien, por otro lado, tenemos la incapacidad de origen profesional o laboral, las cuales están ligadas, como lo mencionamos anteriormente, a un accidente o enfermedad mientras se realizan las actividades propias del trabajador. Pueden ser cortaduras, quemaduras o caídas, son algunas de las situaciones más comunes. En estos casos, el pago de la incapacidad será cubierta al 100% por una Administradora de Riesgos Laborales (ARL).

¡OJO! Un accidente laboral se entiende como un suceso súbito y repentino que ocurre a causa del trabajo, pero también se extiende a otras situaciones como cuando le asignas a la trabajadora doméstica una labor fuera del lugar y horas de trabajo; quiere decir que si le pediste que fuese al parque a llevar a tus hijos, y ella se cae, esto lo cubre la ARL. 

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